El pasado domingo 24 de septiembre de 2023, la cápsula Osiris-Rex de la NASA cruzó la atmósfera terrestre a aproximadamente 15 veces la velocidad de una bala.
A tales velocidades, se transformó en una esfera incandescente en el firmamento. Sin embargo, gracias a un escudo térmico contra el calor y un paracaídas, logró frenar su descenso, culminando en un suave aterrizaje en el desierto de Utah, Estados Unidos.
La cápsula transporta un cargamento valioso: un puñado de polvo recolectado del asteroide Bennu, una masa rocosa del tamaño de una montaña que podría proporcionarnos información esencial para abordar uno de los interrogantes más profundas para los humanos: ¿cuál es nuestro origen?
“Al obtener los 250 gramos del asteroide Bennu, estaremos examinando material que existía antes de la formación de nuestro planeta. Incluso algunos granos podrían ser más antiguos que nuestro sistema solar”, afirma el profesor Dante Lauretta, líder de la investigación.
“Nos esforzamos por rastrear nuestros inicios. ¿Cómo se originó la Tierra y por qué es un entorno habitable? ¿Cuál es el origen de toda el agua en nuestros océanos? ¿De dónde proviene todo el aire presente en nuestra atmósfera? Y, de manera más crucial, ¿cuál es la fuente de todas las moléculas orgánicas que componen la vida en la Tierra?”.
“¡TOUCHDOWN!” exclamó la NASA con letras mayúsculas minutos antes de las cinco de la tarde, hora peninsular, marcando uno de los hitos más significativos de la crónica espacial en 2023: el retorno a la Tierra de la cápsula de muestras de la misión OSIRIS-REx. La cápsula aterrizó en el desierto de Utah con un valioso cargamento de polvo y rocas recogidas directamente de la superficie del asteroide Bennu. Aunque pueda parecer insignificante, traer este precioso fragmento de polvo espacial a la Tierra ha implicado años de dedicación y creatividad. Ahora, los científicos esperan que este material contribuya a nuestra comprensión del universo. Se trata de una auténtica “cápsula del tiempo” que podría arrojar luz sobre la formación de planetas y la naturaleza de los asteroides, así como sus posibilidades.
Con el enfoque puesto en Utah, el desierto de Utah, en Estados Unidos, ha sido el epicentro de la atención tanto de astrónomos como de agencias espaciales, incluyendo la NASA y otras de todo el mundo. La cápsula de la misión OSIRIS-REx aterrizó en el campo de entrenamiento y pruebas de Utah después de un viaje extraordinario de varios años por el espacio, con un desenlace emocionante.
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