Como temática habitual de esta revista hemos abordado en numerosas ocasiones temas amplios relacionados con
los meteoritos, desde sus hallazgos, sus estudios, sus aspectos científicos y comerciales, y por supuesto
como activos de inversión. Pero, cuando hablamos de todo esto, la pregunta clave es; ¿Qué es y por qué
clasificar un meteoritos?
El hallazgo de rocas en los desiertos y campos debe pasar por un extenso catálogo de análisis para determinar
si efectivamente son meteoritos, y de qué tipos son. Es la única forma de abordar posteriormente sus aspectos
económicos, que son los que con frecuencia persiguen los buscadores.
Para ello se ha establecido oficialmente a nivel internacional unos protocolos regidos por la Sociedad Internacional
de Meteorítica y Ciencias Planetarias, por los que deben ser sometidos hasta su reconocimiento final. El calvario
inicia con los análisis.
Se podrán llevar a cabo los análisis petrográficos, que en la mayoría de ocasiones no son uno, sino varios, y
no solo por técnica microscópica óptica, sino a través de microscopio electrónico de barrido. Llegados a este punto
ya podremos comenzar en muchas ocasiones a vislumbrar unas tipologías compatibles, que nos irán dando pistas de
en qué dirección podremos ir orientando el resto de análisis y procesos.
Pero el análisis petrográfico no es determinante, de hecho con frecuencia debe ser el análisis químico quien confirme
la tipología final de los meteoritos. La petrografía se muestra útil en ejemplares de condritas, incluso en
algunas acondritas, pero éstas últimas deberán pasar inevitablemente por un procedimiento de análisis químico por
microsonda electrónica de barrido para confirmar.
Estos análisis químicos deberán llevarse a cabo en las universidades equipadas con el instrumental adecuado, por lo
general SEM-BSE o INAA, entre otros muchos. Los análisis de isótopos de oxígeno aportarán el complemento de información
de los meteoritos.
Con frecuencia los equipos de clasificadores discuten sobre sus distintas apreciaciones en sus respectivas áreas,
para lo cual cada uno aportará sus conclusiones. No todas las conclusiones son válidas, ni aceptadas a ciegas, ya
que los análisis químicos con notable frecuencia van a dirimir otros más sencillos como los petrográficos.
Por todo esto, sobra decir que un proceso de clasificación de meteoritos es largo y costoso, y que hasta que un
ejemplar no es inscrito en la base oficial de The Meteoritical Bulletin, todas las apreciaciones sobre el mismo,
incluidos sus componentes y tipos, son "presuntos."
Hay otro aspecto que llama profundamente la atención, y es que en ocasiones algunos meteoritos ya clasificados
oficialmente, han sido reclasificados años después de su inscripción en The Met. Bull.
Recordamos casos como el de Al Haggounia 001, que estando clasificado durante años como una acondrita aubrita,
fue finalmente reclasificado como Enstatita EL3-6 IMB. Y no es el único. La reclasificación de meteoritos puede
ocurrir cuando algunos de ellos son vueltos a analizar y dirimir las investigaciones primeras que lo clasficaron.
De esta forma, encontrarnos con contradicciones en procesos no concluidos de clasificación de meteoritos es lo
habitual. A pesar de ser conscientes de que son procesos muy caros que los buscadores y coleccionistas asumen,
sabiendo que si finalmente su clasificación es importante, sus ejemplares adquirirán un elevado valor en el mercado.
El grave error que muchas personas cometen es aceptar como final y verdadero solo algunos de los análisis iniciales,
ya que en muchas ocasiones, los análisis químicos podrán demostrar errores en las apreciaciones previas. Después
de todo, la ciencia es eso, emitir apreciaciones e irlas demostrando y dirimiendo, hasta que, al final, en el caso
de los meteoritos, éstos quedan inscritos en The Meteoritical Bulletin.
A veces hay decepción, cuando un análisis químico determina algo contrario a lo esperado, pero... ¿Y si los
análisis químicos confirman el hallazgo de un ejemplar valioso? Una cosa está bien clara, y es que en el mundo de
la investigación de los meteoritos, la CERTIFICACIÓN OFICIAL última es la que se da con la inscripción de un
ejemplar en la base internacional oficial, y no antes, ya que en dicho proceso con frecuencia aparecerán contradicciones
al cruzar los datos derivados de los muchos análisis a los que deben ser sometidos.
Por esto mismo, ¿Clasificar? SI, SIEMPRE. Hasta entonces, todas las rocas halladas pueden ser cualquier cosa,
desde valiosos meteoritos hasta simples rocas terrestres sin valor.
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