¿Se imaginan una piedra cuyo valor supere los 10.000 cuatrillones de dólares? Eso al menos llevan sugiriendo los medios de comunicación desde que los científicos mostraron interés en el asteroide 16 Psyche, al que consideran el núcleo metálico de un protoplaneta primitivo que ahora permanece expuesto como un mero asteroide orbitando alrededor del Sol. Si este origen fuera cierto, los científicos tendrían la oportunidad de estudiar directamente el núcleo de un cuerpo formado en los inicios del Sistema Solar y cuya historia fue muy diferente a la de los actuales planetas y planetoides.
Su composición fue otro de los intereses, no solo para los científicos, sino como posible futuro de misiones de minería espacial, ya que se considera formado por hierro, níquel y otros metales valiosos.
Pero lo cierto es que una nueva investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Arizona ha sugerido que este asteroide podría no ser tan denso como se pensaba, y que su historia es muy diferente a la que se pensaba hasta ahora.
Ahora, la NASA se prepara para enviar una nueva misión a este asteroide que partirá de la Tierra en 2022 y alcanzará su objetivo asteroidal en 2026.
Según el equipo de científicos de esta universidad, liderados por David Cantillo, y cuyo trabajo ha sido publicado en The Planetary Science Journal, el asteroide Psyche estaría formado por un 82.5% de metales, 7% de piroxenos bajos en hierro y hasta un 10.5% de material similar a las condritas carbonáceas, muy probablemente como parte de la contaminación asteroidal recibida del exterior sobre su superficie.
De la misma manera, los científicos consideran que la densidad aparente del asteroide, a la que también se la conoce como porosidad, es decir, la cantidad de espacios vacíos o poros que existen en la masa del mismo, se estima en alrededor del 35% de su volumen.
Estos estudios contrastan profundamente con las estimaciones anteriores que se tenían de la composición de Psyche y que concluía con que hasta el 95% de su volumen eran metales y por tanto era un cuerpo mucho más denso.
Esta notable diferencia en los datos es relevante, ya que lleva a los científicos a considerar que este asteroide está mucho más modificado de lo que se pensaba en un principio.
Y esto conllevaría también a modificar la calificación que se le dio al asteroide, puesto que no podría tratarse de un núcleo intacto expuesto procedente de algún protoplaneta primitivo, sino que podría ser una simple pila de escombros al más puro estilo Bennu. Las mediciones que continúan haciendo, siguen aportando los mismos datos y la misma conclusión.
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