Sí, debo admitir que coleccionar piedras puede resultar tedioso y aburrido para la inmensa mayoría de los mortales. De hecho aún recuerdo que antes de interesarme el tema, mi cabeza estaba en otras cosas muy distintas. Pero si hacemos honor a la verdad, y somos conscientes de ella, observaremos que las piedras, en todas sus extensiones, rocas, minerales, fósiles y meteoritos, son auténticos libros de historia natural, y no solo eso. Son la más fidedigna biblioteca donde, con un poco de experiencia, lograremos leer parte de la historia geológica de nuestro planeta.
Seguro que muchos de ustedes se han deleitado alguna vez observando la belleza de una drusa de cristales de cuarzo, o el fantasmal resplandor de un mineral fluorescente cuando es incidido por luz ultravioleta. Son las maravillas de nuestro planeta que la naturaleza ha creado para dejar en ellas constancia de cada capítulo de su existencia.
Y es que las rocas vienen a ser auténticos libros, y los minerales, cada capítulo que compone esa obra natural. Es fácil por tanto aficionarse a los minerales, de hecho la humanidad lo hace desde los albores de los tiempos, cuando se comenzaron a utilizar como moneda de intercambio, o se comenzaron a montar en rústicas y bellas joyas como colgantes, pulseras y brazaletes. Los metales nobles han formado parte de la ornamentación de sacerdotes, al considerarlos dignos de los dioses, y las más finas y raras gemas comenzaron a ser trabajadas para lograr su mejor cara, y con ello, realzar su belleza y su valor.
En su más amplia expresión, podemos decir que las rocas y los minerales forman parte de la propia antropología humana, y han acompañado al ser humano desde el momento mismo de su aparición.
Eran fragmentos de pedernal los que los antiguos moradores de las cavernas utilizaban para aprovechar sus puntas y filos cortantes en la fabricación de armas y herramientas, o para prender hogueras, cuando observaron saltar chispas al chocar un par de fragmentos. Las primeras herramientas líticas surgieron del trabajo con piedras.
Y tras una larga trayectoria evolutiva de miles de años, el ser humano hoy mira a los minerales y las rocas con otros ojos. Ojos de ciencia, con los que pretende comprender la historia de nuestro planeta desde su mismo origen. Ojos económicos, con los que pretende descubrir las aplicaciones que las piedras pueden tener en el desarrollo de la industria, la tecnología y la humanidad en general. Y ojos nostálgicos cuando recordamos aquellas piedras que fueron parte activa en la vida de nuestros primeros antecesores, y que ahora conservamos y observamos en museos e instituciones.
Y es gracias a ellas que podemos decir que la evolución del ser humano continúa sin pausa. Las piedras fueron, son y serán, clave angular sobre la que seguirá girando la humanidad. Fuente de nuestros recursos y libros para nuestra más pura enseñanza.
No es de extrañar que ahora te sientas atraído por ellas, y sientas el deseo de coleccionar minerales, rocas, fósiles y meteoritos.
Han pasado décadas desde que introduje mi primer meteorito en mi colección. Tenía entonces 15 años de edad, y ya ostentaba desde hacía cinco años una bonita y extensa colección de minerales y rocas. Pero aquel pequeño fragmento de meteorito fue un punto de inflexión que hizo que mi interés por estos tesoros geológicos se decantara especialmente por los ellos. Sin embargo ese interés nunca pasó de ahí. De pura curiosidad. Ciertamente me parecía algo tan lejano y caro coleccionar meteoritos, y algo tan delicado, que cualquier persona podría decir que me vendía un meteorito, y me faltaría la base suficiente de conocimientos para saber si sería auténtico o simplemente me estaría tomando el pelo.
Ahora, muchos años después, y con la experiencia suficiente que me ha permitido llevar a cabo incluso la clasificación oficial de varios de ellos, que viene a ser el máximo escalón en el tema de los meteoritos, creo que será interesante dibujar las pautas adecuadas para aquellos que estén pensando en iniciar una colección de meteoritos, pero no saben cómo ni de qué forma hacerlo con seguridad y autenticidad.
Y ciertamente, antes de seguir adelante, debo decir algo que es crucial; van a necesitar un laboratorio. Y por supuesto les recomendaré uno.
En esta nueva sección que iniciamos en la revista, y que lleva por título “TU COLECCIÓN”, iremos repasando las pautas a seguir, no solo para saber cómo iniciar tu colección de meteoritos, sino que iremos desgranando las claves sobre la conservación de los mismos, los peligros a los que se enfrentan las colecciones de meteoritos y cómo evitarlos, cómo mostrarlos en condiciones adecuadas, porque presumir de una colección única y especial es algo humano y lícito. También veremos qué pautas debemos seguir para convertirnos en conservadores y curadores de nuestras propias colecciones, y muchas otras cosas que tras largos años de experiencia deseo compartir con todos los lectores.
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